domingo, 4 de agosto de 2013

Salsa de tomate casera

No os podéis imaginar lo que cambian unas espaguettis, unos canelones, una lasaña o incluso un simple plato de patatas y huevos fritos al añadir unas cucharadas de esta salsa de tomate hecha en casa.
Merece la pena y además, se puede congelar perfectamente en tuppers pequeños para disfrutarla cuando nos apetezca.

Ingredientes:

2 kgs de tomates muy maduros (preferiblemente tomate pera)
4 ó 5 cucharadas soperas de azúcar
4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de café de sal

Preparación:

En primer lugar quitamos la piel a los tomates, para ello les hacemos una cruz en el culo con un cuchillo bien afilado y los echamos en agua hirviendo unos 20 segundos o hasta que veamos que la piel se abre.
A medida que se vayan abriendo los vamos a depositar en un bol grande con agua fría.
Los pelamos y troceamos.
A continuación, los trituramos con la batidora pero no demasiado para que queden pequeños tropezones y la salsa resulte más casera.
En una sartén muy grande (yo utilicé mi cazuela de hierro fundido de Bra) echamos las 4 cucharadas de aceite de oliva y cuando esté caliente, retiramos del fuego para que baje un poco su temperatura.
Echamos el tomate triturado, la sal y la mitad del azúcar y lo tapamos con una tapa dejando una ligera abertura para que se vaya escapando el vapor.
Ponemos a fuego medio y vamos revolviendo con una cuchara cada 10 minutos.
Cuando ya lleve unos 25 minutos y haya espesado algo, quitamos la tapa y añadimos el resto del azúcar.
En unos 50 minutos estará hecha la salsa, probar para saber como está de sal y azúcar (por si hace falta rectificar).
Sabremos que el tomate está listo cuando empieza a asomar el aceite y su color haya oscurecido.


No hay comentarios:

Publicar un comentario